lunes, 25 de julio de 2022

 

El pavo de Vicentico y los cieguitos de Cúa

 

 

En diferentes espacios, sobre todo en el programa radial, hemos conversado  sobre la causa de distintos dichos o refranes que han pasado de generación en generación y los usamos, dándole el significado adecuado, pero no conocemos su origen casi siempre proveniente de un hecho histórico o  muy jocoso. Hoy nos vamos a concentrar en dos expresiones netamente sancasimireñas que han trascendido a través del tiempo y aún están en el uso de la jerga popular. Por acá las dejamos para que las nuevas generaciones de sancasimireños las usen y no se pierdan de nuestro acervo.




Se cuenta que el popular Vicente Pérez tenía un pavo en el corral de su casa del final de la calle Sucre. Este animal no era un pavo cualquiera, pues se distinguía de los demás por tener una personalidad libidinosa con la particularidad de no poder ver a una mujer porque empezaba a cortejarla. Apenas una bella señorita se asomaba por esos predios, el animal comenzaba a dar vueltas en círculos, emitir sonidos y abrir su cola como si se tratase de un pavo real de la India. No sabemos cuál fue el destino del afamado pavo enamorado. Tal vez terminó en un banquete decembrino o sirvió de alimento al entonces niño Luis Vicente Pérez (Cohetón), lo realmente cierto es que la creatividad popular de San Casimiro comenzó a llamar a todo hombre mujeriego y picaflor “más enamorado que el pavo de Vicentico”




            A nuestro pueblo venía con regularidad una pareja de invidentes procedentes de la vecina población de Cúa. Se dedicaban a recorrer las calles solicitando cualquier ayuda monetaria que la gente tuviese a bien otorgarles para luego marcharse de regreso a su población de origen. No existía calle, casa o negocio que la pareja de ciegos no visitara en su diligente recorrido. Es un uso frecuente de los sancasimireños de esa época decir con cierto aire de reclamo a quienes viven pidiendo insistente y constantemente: “Pides más que los cieguitos de Cúa”

 



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario