domingo, 27 de septiembre de 2015

                                  SAN CASIMIRO ES JOROPO

La música típica de nuestro pueblo es el joropo. Bien sea llanero o central no existe manifestación musical tan enraizada en nuestra sangre como este maravilloso ritmo surgido de las cuerdas de un arpa como instrumento principal.
El joropo llanero llegó a San Casimiro andando por los polvorientos caminos reales en compañía de los arrieros que, detrás de largas puntas de ganado, traían sus cantos, sus alegrías, sus pesares y sobre todo la nostalgia por la tierra llana.
Por las noches se reunían a cantar y contrapuntear para el día siguiente continuar la marcha hacia los Valles del Tuy y Caracas.
Fue una de esas jornadas, según cuenta la leyenda, que el joropo quedó sembrado en esta tierra para siempre.
 Fue aquella noche que la sangre de José Antonio Quirpa se mezcló con nuestros ríos, regó nuestro café, nuestros valles y nuestras montañas. Con el paso de los años  cubrió los 4 puntos cardinales de esta tierra de gracia, desde Guiripa a Cambural y de Monte Oscuro a Zuata, penetrando cada célula de nuestro ser. ¡Afirmando sin lugar a dudas que por nuestro cuerpo se estremece al escuchar las sonoras notas del arpa, cuatro y maracas!
Hoy nuestro pueblo vibra al compás de arpistas, cuatristas y cantantes que han puesto en alto el gentilicio sancasimireño por todos los rincones de Venezuela. Hoy San Casimiro es joropo, es alegría y es tradición centenaria.







domingo, 16 de agosto de 2015

QUE NO TE TOMEN EL CHOCOLATE

¿Quien de ustedes no se ha comido un sabroso chocolate?

            ¿A quien no le han dicho cuando está en peligro de muerte: cuídate, chico que no te quiero tomar el chocolate?

¿Y a que morena hermosa no le han dicho: Adiós mi chocolate?

 El sabroso chocolate es un producto que se obtiene a partir del fruto del árbol del cacao y utilizado como condimento y como ingrediente de diversas clases de dulces y bebidas. Los aztecas fueron los primeros consumidores de cacao; lo preparaban hirviendo en agua los granos de cacao molidos y lo mezclaban con harina de maíz, diversas especias o miel.

 Los españoles, en la época de la conquista de México, incorporaron azúcar de caña al cacao con el fin de eliminar el amargor, e introdujeron el chocolate en España. Casi un siglo después se conoció en el resto de Europa.

El chocolate es una valiosa fuente de carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. A menudo se emplea como fuente de energía rápida. El chocolate con leche, al que se añade mantequilla de cacao, es uno de los más populares. Hay distintas clases de chocolate dependiendo de la cantidad de cacao, manteca de cacao, leche y azúcar que contengan. En nuestro país se utiliza en tortas, bombones, galletas, helados y como bebida en los velorios.

 Así que… ¡cuídese, mi vale para no tomarle el chocolate!










sábado, 11 de julio de 2015

Don Pedro Blanco: el Poeta Popular


Recuerdo a Don Pedro Blanco con su sombrero y sus grandes y gruesos anteojos. Llega a mi mente y se mantiene en mi memoria por dos cosas que admiraba de él: La primera  era la dedicación con que mantenía el área verde situada en Curucutí frente a la casa de la amiga María Gil y el cariño que le dedicaba a cada una de las plantas de ese jardín que luego de su muerte desapareció y la segunda era su talento a la hora de recitar sus decimas dedicadas a la Cruz de mayo en los velorios realizados en varias partes de nuestro municipio.

Hace cierto tiempo acudí por casualidad a la Casa de la Cultura “Don Eleazar Casado”  y allí se estaba presentando un libro titulado “Decimas de mi viejo” una publicación con la recopilación que unos hijos y nietos orgullosos hicieron de la obra de nuestro poeta popular Don Pedro Blanco.

Este ilustre sancasimireño nació el 2 de agosto de 1925 en Monte Oscuro. Vio la luz rodeado de las haciendas de café y de la niebla eterna de esas montañas. Tal vez conoció las primeras letras de la mano de la maestra Augusta Carballo de Blanco quien, en admirable apostolado, recorría sobre una mula el camino entre San Casimiro y Monte Oscuro para dar clases a los hijos de los peones de aquellas haciendas cafetaleras.

Fue creciendo como poeta autodidacta y mientras más leía las cosas que llegaban a sus manos más grande era  la necesidad de escribir versos y  decimas que brotaban de su inspiración y de si talento innato. Con el pasar del tiempo se iba cultivando y perfeccionando en el arte de construir decimas y participar en velorios de cruz, cantos de fulías y actos culturales de San Casimiro y otras poblaciones del estado Aragua.

Construyó una familia numerosa con la señora Teodora Bandes; y fue esa, su familia,  una de sus más grandes inspiraciones dedicándole infinidad de versos y poemas:

“Yo voy a brindar contento
en este día tan feliz
con todita mi familia
aunque no estén todos aquí”
(Décimas de mi viejo. Pág 59)

También nos dejó piezas jocosas como y a la vez cargadas de infinita sabiduría popular:

“Mañana cuando yo muera
mi recuerdo quedará
y entonces la humanidad dirá
“tan bueno que Pedro era”
se escuchará donde quiera
la triste lamentación
en donde quiera un montón
por mi muerte sorprendidos
pero ahora que estoy vivo
nadie me ha dado ese don”
(Obra citada. Pág. 11)

            Por otro lado la presencia de Dios y todo lo relacionado con lo divino también fue motivo de inspiración para Don Pedro:

“Los magos desde el oriente
vinieron hacia Belén
por todo Jerusalen
buscando al niño naciente
trayendo un rico presente
para aquel niño forastero
pero estuvieron primero
casa de Herodes el pervertido
a ver dónde había nacido
el hijo del carpintero”
(Obra citada.Pág. 23)

Como todo poeta que se respete, Don Pedro no dejó de escribir a la mujer y de su inspiración salieron líneas como la siguiente:

“Si el cielo me concediera
de tu bella boca el si
pusiera mi amor en ti
que hasta el corazón te diera
como tu me prometieras
de tu amor no ser ingrata
te tuviera como una santa
en todos tus procederes
siendo el ser que eres
como la rosa en la mata”
(Obra citada. Pág.45)

Otro motivo frecuente de inspiración de nuestro poeta fue la madre y a esa figura, la más importante de la humanidad, le dedicó varias decimas, glosas y poemas como el extracto que nos permitimos resaltar a continuación:

“Me siento de lo mejor
a pesar de mi pobreza
pues cuento con una riqueza
de incalculables valores
es mi madre y sus amores
tan puro, fiel y constante
ella me quiere bastante
con humildad y solicitud
y por su vida y salud
le pido a Dios cada instante”
(Obra citada. Pág.53)

Al comienzo de esta crónica afirmamos que nuestro poeta era asiduo cantador de decimas y fulías en los velorios de Cruz de mayo que periódicamente se realizaban en distintos lugares del municipio. Nos dejó versos como estos:
“Saludo a los cantadores
que alegran este velorio
y saludo al auditorio
luego a los demás señores
perdonaran los errores
que en el primer canto oyeron
quien sabe cuanto rieron
porque no soy bien versado
desen pues por saludados”
 Junto con sus compañeros”
(Obra citada.Pág.69)

Pero la poesía de Don Pedro no se queda en los contenidos que se han mostrado hasta el momento sino que se adentra, tal vez sin proponérselo, en temas de contenido social:
“El rico no viviría
si el pobre no trabajara
porque no ve garantía
comer plata sancochada.
I
Cuando el rico quiere dar
al pobre algún suplemento
es porque miró con tiempo
con qué le puede pagar
le ofrece comida y real
como quien no aspira nada
lleva una cuenta arreglada
hasta que al fin la liquida
y triste sería su vida
si el pobre no trabajara”
(Obra citada. Pág.73)
El contenido patriótico y el amor por la libertad de la poesía de Don Pedro se hacen presentes en la siguiente pieza:
“Es Bolívar paladín
que no es difícil fijarse
es un delirio forjarse
la “Batalla de Junín”
Sucre. Oriental al fin
su espada a cabalidad
fragua a la perpetuidad
de Ayacucho su gran nombre
donde lucharon los hombres
al grito de libertad”
(Obra citada. Pág. 81)

Como hombre de campo, rodeado por la naturaleza y  compenetrado con ella hasta convertirse en uno solo, este tema no puede pasar desapercibido en su poesía. Es por ello que nos dejó piezas importantes como esta:

“En el campo soy nacido
en un lugar solitario
donde la voz del canario
me llama si estoy dormido
de los trinos el gemido
voy oyendo de continuo
de la tarde el canto fino
de los grillos y el cocuyo
y por eso con orgullo
soy del campo campesino”
(Obra citada. Pág. 94)

Cuando el ilustre poeta sancasimireño sintió el peso de los años quiso plasmarlo en sus versos y de allí surgió:

“Sobre mi rostro moreno
las arrugas se han formado
mi pelo negro ha blanqueado
mis ojos divisan menos
de tristeza vivo lleno
ya mi fuerza está afocada
ya no sirvo para nada
soy un recuerdo de ayer
pero así tiene que ser
todo en el mundo se acaba”

Este sancasimireño falleció el 13 de octubre de 1996 a la edad de 71 años.

“Cuando se me llegue el día
que yo tenga que morir
muchos iran a decir
murió el rey de la fulía
murió el hombre que tenía
mucha fama donde quiera
por eso Pedro era
para todos necesario
se escuchará ese comentario
el día que yo me muera”


Por poemas como este y por toda su vida dedicada a realzar el folclor sancasimireño Don Pedro Blanco merece estar al lado de poetas como Eleazar Casado y Pastor Rodríguez Manzo como los grandes bardos de nuestro pueblo.


         

Don Pedro Blanco
(Imagen extraída del libro "Décimas de mi viejo") 

 

sábado, 7 de marzo de 2015

A toda velocidad

Una   destartalada  camioneta Chevrolet Apache 1958 se desplazaba velozmente por la carretera rumbo a Valle Morín, En uno de los asientos traseros, Lalita (mi abuela)    trataba de sobreponerse al nerviosismo ante la peligrosidad de la polvorienta vía y la exagerada velocidad con que el chofer maniobraba la deteriorada unidad de transporte.
Lalita se dirigía a visitar a su hermana Josefina Marrero que vivía en Plan de Cagua, un acogedor caserío a medio camino  entre la carretera nacional y Valle  Morín. Entre frenazos en las curvas, los pasos de quebradas y uno que otro animal atravesado en el camino, Lalita comenzó a sentir que estallaría la aneurisma (*) en su cuello (diagnosticada en los años cuarenta y por la cual le fijaron una pronta y casi segura muerte, cosa que ocurrió tantos años después que por poco llega al siglo de vida) presa de los nervios y  sintiendo que el corazón  le brotaba por la boca comenzó a  gritar desesperada:

_ ¡La vena!,  i No corra, la vena! _ Repetía desesperada.

            Cuando por fin llegó a Plan de Cagua, Lalita pudo sobreponerse y bajar del veloz vehículo mientras el chofer visiblemente preocupado le preguntó:
_ Señora, ¿Se le botó la avena?

               Inmediatamente el nerviosismo cedió paso a las hilarantes carcajadas de Lalita ante la interrogante del confundido conductor.

(*) Tumor sanguíneo causado por la dilatación de una arteria.


Chevrolet Apache 1958







domingo, 22 de febrero de 2015


Augusto Osorio


Augusto Osorio era un personaje de baja estatura y bastante anciano cuando lo conocimos. Recuerdo que de niños le preguntábamos señalándole cualquier aviso en la pared: ¿Augusto, qué dice ahí? Y el pequeño hombre respondía, como si en realidad estuviese leyendo, con una proclama que comenzaba:
“El General en Jefe Eleazar López Contreras, presidente constitucional de Venezuela…”
 Augusto fue por mucho tiempo empleado de Don Rafael Vargas en La Perseverancia y, por supuesto, artífice de muchas anécdotas divertidas.
            Cuentan que Don Rafael lo llamaba para que le hiciera algún mandado y era necesario llamarlo varias veces porque el joven Augusto se daba todo el postín del mundo. Cansado de tanta demora el comerciante lo reprendió con severidad:

-         Mire, Augusto. Cuando yo lo llame suelta lo que está haciendo y viene rápido.

Se acercaba el tiempo de navidad y a Don Rafael le había llegado un encargo de telas de varios colores, cintas, varias imágenes del pesebre y unas cuantas garrafas de vino. Por supuesto que el encargado de arreglar todo en le deposito era el joven Augusto. Nuestro personaje ya había acomodado las telas, los pesebres, las cintas y estaba comenzando a colocar las garrafas de vino en su sitio cuando don Rafael le pegó un grito desde la tienda. Simultáneamente con el grito se escucho el ruido de una de las garrafas de vino quebrarse contra el suelo. Cuando el bravo comerciante fue a reprenderlo, Augusto se defendió:

-         Usté me dijo que cuando me llamara soltara lo que estuviera haciendo y eso fue lo que hice.

Mi primo Chicho Marrero es el hijo de mi tío “Mon” Marrero y de Josefina Vargas, a su vez hija de Don Rafael Vargas y Misia Rosalía. El día que nació Chicho, Misia Rosalía estaba muy contenta con el advenimiento del nieto, estaba que no cabía de la emoción. Subió desde la casa a La Perseverancia y le dijo a Augusto que fuera hasta  las casas de sus amistades a comunicarle la noticia
 – Dígale a toda la gente que Josefina tuvo varón y que estaríamos honrados de que lo vinieran a conocer- Le dijo la señora.

      Augusto salió rápido a cumplir la orden e interpretándola al pie de la letra no hubo casa que no visitara: recorrió durante la mañana toda la calle Miranda desde el Peaje hasta El Bachaco, la Bolívar hasta el sitio de los anones, Barrialito y unas cuantas casas esparcidas por los cerros de Chupadero y Barrancón; y como estaba cerca se llegó hasta la Tejería, bajó por la Calle del Ganado y subió por la de la Chancleta para luego tomar en su recorrido, cuando ya era mediodía, las calles del Mercado, El Carmen, las Dos Quebradas y se llegó hasta los únicos dos ranchos que habían en Pueblo Nuevo. De regreso se metió por un camino y llegó al cerro de Curucutí, bajó por El Carretero para terminar en la casa de los Manzo frente al la plaza Bolívar justo cuando el reloj de la iglesia estaba dando las cinco y media de la tarde.   
Cuando llegó a casa de sus patrones ya habían cerrado el negocio. Se presentó ante Misia Rosalía, con sus pequeños pies hinchados después de semejante maratón 
¡Pero, Augusto! – Dijo la doña - ¿Dónde te habías metido?

-         Bueno, misia – Respondió Augusto - Haciendo el mandao. Le avisé a todo el mundo, ná más me faltaron dos ranchitos que hay en la Cueva del sapo porque no salió nadie.





 LA PERSEVERANCIA