EL ENCAPUCHAO
La noticia se regó como
pólvora por todo el pueblo. ¡Tengan cuidado que anda un hombre encapuchado que
alumbra a las mujeres con una linterna por las ventanas! _ Decía un hombre
indignado en la placita _ A una mujer en Toronquey se le apareció desnudito por
la ventana, pero encapuchao _ Dijo otro_ La pobre tiene un ataque de nervios.
Poco
a poco se le iban sumando apariciones al encapuchao o el enfocador como lo
llamaban otros y lo curioso es que cada cual tenía una descripción diferente
del terrorífico personaje y aunque fuese difícil de creer era tanta la paranoia
colectiva que se aparecía a las dos de la madrugada asustando a todas mujeres
de Chupadero y casi simultáneamente estaba encandilando a las féminas de Pueblo
Nuevo. En
Una
muchacha de Curucutí no podía dormir por el calor y al abrir la ventana se
encontró de frente con el hombre que la veía con unos ojos enrojecidos detrás
de una capucha negra_¡Ese bicho es el diablo! _ Dijo en la bodega del Gallo
Andrés_ Me entró un frío por las piernas y no pude ni gritar. A una Mujer en
La
fiebre por el misterioso encapuchado se fue como vino dejando un montón de
anécdotas y hasta una canción navideña compuesta por Jaime Torrealba y sus
parranderos de Boca del Negro, pero ningún hecho concreto. Únicamente la
sentencia tajante de mi abuela que una mañana afirmó:
_ Se acabó la paz de este
pueblo. Más nunca dormiremos con las ventanas abiertas.